Vivir sin el dolor de la condromalacia rotuliana y recuperar tu bienestar es posible.
La condromalacia rotuliana o síndrome del dolor paleto-femoral es una lesión de rodilla muy común, tanto en personas deportistas como en gente sedentaria.
La condropatía provoca un dolor en la parte frontal de la rodilla, dificultando el día a día de muchas personas.
En este artículo hablamos de sus principales causas y como solucionarlas, además de las bases de un tratamiento sin cirugía (conservador) con la base en el ejercicio físico.
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¿ Qué es la Condromalacia Rotuliana ?
La condromalacia rotuliana es en la degeneración del cartílago de la rodilla, lo que crea la fricción de forma directa entre huesos al no haber un cartílago que lo amortigue y produciendo dolor debido al roce.
Condromalacia Rotuliana o Dolor Femoro-Patelar: ¿Cuál es la Diferencia?
La condromalacia rotuliana, también conocida como síndrome de dolor femoro-patelar, describe el dolor en la parte delantera de la rodilla debido a un cartílago dañado en la rótula.
Aunque comúnmente se asocia con el daño del cartílago en la parte de atrás de la rótula, no siempre implica daño de los tejidos, lo que en este caso podría ser sencillamente una tendinitis rotuliana si el dolor es en la parte delantera de la rodilla.
Por esto, es más adecuado referirse a ella como síndrome de dolor femoro-patelar, que se siente como un dolor en la articulación entre el fémur y la rótula.
Síntomas del Dolor Femoro-Patelar
El síntoma principal de la condromalacia rotuliana, es el dolor en la parte delantera de la rodilla.
Este dolor generalmente comienza de manera gradual (de menos a más) y suele relacionarse con la actividad física, pudiendo estar en una o las dos rodillas.
Normalmente, las personas la describen como un dolor que aparece durante ejercicios que implican flexionar repetidamente la rodilla, como hacer sentadillas, saltos o correr.
Sin embargo, en muchos casos, el dolor aparece después del ejercicio o tras estar sentado durante mucho tiempo con las rodillas flexionadas, como al viajar en avión.
También son comunes los chasquidos o sonidos de “Clack” en la rodilla al subir escaleras o al ponerse de pie después de estar sentado, aunque esto no implica que sea grave y estos sonidos son normales.
Diagnóstico de la Condromalacia Rotuliana
El diagnóstico de la condromalacia rotuliana tiene tres objetivos principales:
- Confirmar el diagnóstico y excluir otras causas de dolor en la rodilla, como la tendinopatía rotuliana o la inestabilidad de la rótula.
- Identificar los factores o causas concretas del dolor en cada paciente.
- Evaluar el estado del cartílago para proponer un tratamiento individualizado.
Para empezar, se necesita una historia clínica completa sobre hábitos deportivos, trabajo y como ha ido el dolor.
La valoración física y el análisis de la marcha son fundamentales para descartar problemas de la orientación de las piernas o de la marcha, valorar el estado de la musculatura y confirmar la localización del dolor .
Las pruebas de imagen, como la radiografía y la resonancia magnética, ayudan a conocer el estado del cartílago y otras posibles causas del dolor.
En algunos casos, se complementan con un TAC para estudiar el funcionamiento de la artículación. si existe algún daño y si existe un buen estado de los tendones.
Una vez tengamos el diagnóstico clínico, podemos evaluar los factores físicos y estudiar los síntomas que tengas para plantear un tratamiento y plan de recuperación integral que sea justo lo que necesitas.
Tratamiento de la Condromalacia Rotuliana
En el 90% de los casos, el síndrome de dolor femoro-patelar mejora en menos de 6 meses con un programa de tratamiento correcto e individualizado.
Este tratamiento se basa en dos principios: mejorar la mecánica de la rótula y y la función muscular, logrando así recuperar la calidad de vida de sesión en sesión.
Las intervenciones quirúrgicas se reservan para los casos en los que no hay mejoría en 8-12 meses o cuando hay una anomalía anatómica clara.
Tratamiento sin cirugía (conservador) de la Condromalacia
El tratamiento conservador en casos de condromalacia rotuliana se basa en terapia física con planes de ejercicios enfocados a recuperar una lesión y recuperar la función, trabajando hipertrofia, exposición al impacto y estabilidad.
- Modificaciones de actividad: aplicar modificaciones en las actividades que provocan dolor en las rodillas hasta que se resuelva el dolor.
Esto puede incluir cambiar a actividades de bajo impacto como el ciclismo, la elíptica y la natación, además de evaluar cambios en la superficie de entrenamiento o el calzado.
- Disminuir la carga: Perder peso, si se tiene sobrepeso, ayuda a reducir la presión en las rodillas.
En actividades de carga , se recomienda bajar la carga temporalmente, aumentar el número de repeticiones e incrementar la densidad de fibras musculares.
- Musculación del vasto medial del cuádriceps y los aductores: Los ejercicios de cadena cinética cerrada, como las sentadillas “sumo” o la zancada, pueden mejorar el dolor a medio plazo a pesar de que inicialmente puedan empeorarlo levemente.
- Musculación general de Pierna: aumentar la masa muscular a nivel global permitirá que el dolor remita, ya que la musculatura ayudará a reducir cargas de impactos en la rodilla.
- Exposición Gradual al Impacto: realizar impactos de manera progresiva y exponer al cuerpo al estímulo hará que lo toleremos y podemos recuperar la actividad deportiva sin dolor.
- Ejercicios de estabilidad: esto ayudará a mejorar el reclutamiento de los músculos adyacentes a la rodilla y reducir el dolor, además de aumentar nuestra seguridad a la hora de realizar la actividad deportiva.
- Ejercicios de core: El fortalecimiento del abdomen, lumbares, glúteos e isquiotibiales ha demostrado grandes beneficios en las lesiones femoro-patelares.
Tratamiento quirúrgico de la Condromalancia
En casos más severos donde el dolor no remite aplicando un programa de ejercicios específico a la lesión, se podrá derivar a cirugía y distintos tipos de tratamiento.
- Artroscopia: se realiza un pequeña incisión por la cual se opera la rótula.
- Infiltraciones: se realizan infiltraciones en la rodilla con la intención de reducir el dolor
Clasificación de la Condromalacia Rotuliana
Muchos pacientes con condromalacia rotuliana presentan síntomas similares a los de aquellos que han sufrido episodios de luxación o subluxación de rótula (la rótula se sale de su sitio).
El dolor anterior de rodilla, o dolor rotuliano, se clasifica como Grado I en la clasificación de luxación de rótula recidivante o reincidente, que incluye:
- Grado I: Dolor rotuliano.
- Grado II: Inestabilidad potencial en la rótula.
- Grado III: Inestabilidad reincidente en la rótula.
Causas del Dolor en la Rótula
El dolor en la rótula se debe al aumento de la presión y si está dañado el cartílago, al roce entre huesos.
La rótula puede soportar cargas de hasta 20 veces el peso corporal en su cara posterior.
Aunque está diseñada para soportar grandes presiones, el dolor y daño en el cartílago pueden aparecer si se superan ciertos niveles sin desarrollar una tolerancia necesaria mediante el entrenamiento progresivo.
A diferencia de otros huesos, la rótula no está anclada a otros huesos, sino que “flota” sobre el fémur y se mueve por la contracción del cuádriceps, que crea la extensión de la rodilla a través del tendón rotuliano.
Esta contracción comprime la rótula contra el fémur, distribuyendo las fuerzas de compresión (de “aplastar”) por el cartílago de la rótula.
Evolución y Riesgos a Largo Plazo
A largo plazo, existe una asociación demostrada entre el dolor mantenido y la degeneración del cartílago (condromalacia).
Este deterioro puede llevar a la artrosis en la articulación, aunque este proceso puede tardar años en producirse.
Los pacientes suelen experimentar dolor durante años antes de que se observe un daño en el cartílago, tanto en resonancias magnéticas como en artroscopias.
Por esta razón, es importante comenzar a tratar lo síntomas y las causas desde el momento que podemos sospechar que sufrimos de condromalacia rotuliana o en el momento que notamos el dolor indicado antes.
Incidencia de la Condromalacia Rotuliana
El dolor femoro-patelar es común en jóvenes y deportistas, pero también puede afectar a adultos mayores como parte de la artrosis de la rodilla.
Es fundamental entender el mecanismo de esta afección para un tratamiento adecuado.
Un diagnóstico temprano y un tratamiento eficaz basado en ejercicios enfocados a recuperar la lesión pueden prevenir el desarrollo de artrosis en la rodilla o futuras intervenciones quirúrgicas.
Personas que se han recuperado de condromalacia rotuliana
Cuando hablamos de condromalacia rotuliana o condropatía rotuliana es importante recalcar que es una lesión de la que personas se han recuperado.
Es importante que comprendas que la pérdida de cartílago no se recupera con entrenamiento físico, no debes generar falsas expectativas.
Pero una correcta planificación de ejercicios orientada a la hipertrofia del tren inferior, además de a la capacidad de absorber energía de tendones y distintas estructuras de la articulación de la rodilla, puede hacer que tengamos una articulación plenamente funcional y vivir sin dolor.
Esto se consigue con el trabajo específico orientado a mejorar las estructuras blandas de la pierna, permitiendo que se absorba el impacto y distribuyendo las fuerzas de comprensión, minimizando así las cargas que soporta esta zona donde estaría ubicado el cartílago articular
Factores Contribuyentes a la Condromalacia Rotuliana
La fuerza de compresión en la rótula puede verse influenciada por múltiples factores.
El mecanismo intermedio de la condromalacia rotuliana generalmente involucra algunas anomalías en la anatomía y diseñor de la articulación, lo que incrementa la presión en ciertos puntos de la articulación.
Además de la forma de la rótula, hay muchos factores que pueden modificar el movimiento normal de la rótula y aumentar el dolor o incluso provocar luxación de rótula.
Estos factores se pueden clasificar como funcionales (modificables con entrenamiento) y anatómicos (modificables con cirugía).
Factores Funcionales
- Uso Excesivo: El síndrome de dolor femoro-patelar puede ser causado por actividades físicas repetitivas que aumentan la presión en la rótula, como ocurre en corredores de fondo o cambios de intensidad deportiva.
Este dolor es típico en pretemporada tras un período de descanso en el que se pierde musculatura en las piernas.
- Entrenamiento Inadecuado: Entrenar sobre superficies duras o con calzado inadecuado aumenta la transmisión de fuerzas a la rótula, haciendo que soporte más cargas.
Además, a partir de los 90º de flexión de rodilla, las fuerzas en la rótula se disparan debido a que el contacto entre el fémur y la rótula se limita a dos pequeñas áreas, aumentando la presión en esos puntos.
- Falta de Musculación: La carrera de fondo sin una musculatura adecuada provoca la pérdida del mecanismo de amortiguación de los músculos, haciendo que sea la rótula la que absorbe este impacto.
Esto también ocurre cuando se sobrepasa la distancia o el tiempo de entrenamiento para los que se está preparado, lo que lleva a fatiga muscular y aumenta la presión en la rótula.
Factores Anatómicos Locales
- Variantes de la Normalidad: Una rótula muy asimétrica o una anatomía anormal en el fémur anterior (tróclea femoral) pueden predisponer al dolor femoro-patelar.
Una rótula alta (debido a un tendón rotuliano que inserta muy proximalmente) o una rótula lateralizada también son factores de riesgo tanto para el dolor como para la luxación de la rótula.
- Tensión Aumentada en el Retináculo Lateral: La tensión en el retináculo lateral, que une la rótula al fémur, o la rotura del ligamento femoro-patelar, pueden aumentar la presión en la cara externa de la rótula.
Ajustar la tensión de estas estructuras es común en las cirugías de condromalacia rotuliana.
- Ángulo del Cuádriceps Aumentado: Factores como tener caderas anchas, eje valgo, o caminar con rotación externa de los pies aumentan el ángulo entre el cuádriceps y el tendón rotuliano (ángulo Q), creando una tendencia a que la rótula se desplace hacia fuera, chocando con el fémur y provocando dolor.
Este mecanismo es común en personas con debilidad relativa del vasto medial del cuádriceps.
Como prevenir la Condromalacia Rotuliana
Para prevenir y tratar la condromalacia rotuliana, es fundamental abordar los factores funcionales y anatómicos que contribuyen a esta afección.
Un enfoque integral que incluya entrenamiento adecuado, fortalecimiento muscular y, si es necesario, intervención quirúrgica, puede ayudar a aliviar el dolor y prevenir complicaciones a largo plazo.
Conclusión en la Rehabilitación de la Condromalacia Rotuliana
A pesar de ser de las afecciones más comunes y que puede llegar a ser limitante para algunas personas, actualmente con un tratamiento conservador (sin cirugía) es posible recuperarse y volver a la actividad deportiva mediante un plan de ejercicios enfocado a la rehabilitación.
Recuerda consultar a un profesional de la salud y el entrenamiento y preguntar las dudas que tengas para saber como se abordaría tu caso particular.
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